jueves, 4 de abril de 2013

DE FERNÁNDEZ BARRUECO A LA URGENCIA DE CAMBIOS



V.J. Los Arcos Ayape
Ricardo Fernández Barrueco está, finalmente, en su casa, tras 40 meses de detención en las "instalaciones" del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Llegó enfermo, como se conoció en Sigla desde el Miércoles pasado con informaciones provenientes del exterior, que es desde donde, cada vez más a menudo, se conocen antes y mejor algunas cosas que ocurren aquí. Lo acontecido con Fernández Barrueco es, ni más ni menos, un nuevo ejemplo de la desvergüenza con la cual se maneja el sistema judicial de Venezuela. No es en vano que el 20 de Noviembre de 2009, se titulara una nota informativa que Las similitudes llegan a sugerir que Ricardo Fernández Barrueco se convierta en un nuevo Eligio Cedeño o diez días más tarde se puntualizase en la nota-comentario Huida adelante y atropellante (V.J. Los Arcos Ayape) que quien autorizó su detención y "procesamiento", el jefe de gobierno y comandante en jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, comandase también el "gobierno más corrompido y corruptor de la historia republicana de Venezuela"; y de la colonial también, podría añadirse.
 Mientras no se demuestre lo contrario, Fernández Barrueco fue "otro preso más de Chávez", como lo fue Cedeño o los directores de Econoinvest, bajo la instigación del fracasado ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani. 

Para entender mejor la postración del sistema judicial venezolano, es bueno en el caso de Fernández Barrueco, separar el motivo por el cual se le encausó judicialmente y todo aquello que no forma parte del caso.

 De lo que no forma parte del caso judicial, pueden citarse numerosas negociaciones, muy reales unas y, eventualmente, cuestionables otras, mientras un tercer grupo está constituido por negociaciones y contratos imaginarios. Una nota del 3 de Diciembre de 2009 titulada Chávez ordenó a Fogade ocupar a la velocidad del rayo las empresas controladas por Fernández Barrueco sugiere una prisa inusitada en echar guante a bienes controlados por el encausado que no forman parte de la causa. Es decir, rapiña sobre alguien que, por alguna causa desconocida, cayó en desgracia; no es el primer "boliburgués" en salir "premiado" de esta forma.

 De lo que sí forma parte del caso judicial, ya es bastante bien conocido el Informe suscrito por Héctor Villalobos Espina, Consultor Jurídico del Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios (Fogade). Es un informe que no destaca solamente por lo revelador de inocencia, sino por su carácter definitorio en el otorgamiento de una libertad provisional con régimen de presentación mensual y por el empeño de los poderes fácticos en ocultar su existencia. Es obvio que en el levantamiento del informe, aunque no en su contenido, tuvo un impulso desde otros poderes fácticos.

Si algo queda claro en el informe es que Fernández Barrueco pasó 40 meses preso en las insalubres "instalaciones" del SEBIN, sin ser responsable de las acusaciones y sabiendo todo el mundo -Chávez Frías, Giordani, fiscala general Luisa Ortega Díaz, capitán Edgar Hernández Behrens,…-- que no lo era; de hecho, este mismo informe pudo haber sido levantado en dos meses. También queda claro que no queda otra que una absolución definitiva. 

El "caso Fernández Barrueco" es una nueva confirmación de la urgencia con la cual se precisan los cambios en la maltrecha institucionalidad venezolana. (VJLA-Sigla)

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